sábado, 2 de mayo de 2020

LOS VINOS DE LAS ISLAS CANARIAS -TENERIFE-

Tenerife es la última isla del archipiélago conquistada por los españoles en 1496. La viña llegó a con los primeros europeos en el siglo XV, y desde entonces se ha convertido en una parte indispensable de su agricultura.
Entre los siglos XVI y XIX, Tenerife fue uno de los mayores exportadores de vinos, sobre todo a Inglaterra, el vino elaborado con la uva Malvasía era muy apreciado, su demanda durante los siglos XVI y XVII era incesante por parte de Europa y las principales casas reales del continente lo degustaban con asiduidad. Recorrió las mesas más ilustres de las cortes europeas en los tiempos en los que el sol no se ponía en el imperio español; su aroma, dulce y afrutado, cautivó a los personajes de Shakespeare, Walter Scott, Herman Melville, Lord Byron o Robert Louis Stevenson; con él seguramente celebraron las victorias, y trataron de ahogar sus derrotas, el capitán James Cook, el almirante John Jervis y el navegante Horacio Nelson. Hay historiadores que apuntan a que fue con Malvasía criada en Tenerife y no en Madeira con la que brindó Benjamín Franklin la firma de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica. 


Los vinos de Tenerife atesoran una historia enraizada en sus cepas centenarias, las islas se salvaron de la temida filoxera, que arrasó con los viñedos de la Península y Europa, y por ello aún conservan un patrimonio varietal extraordinario,
el cuidado de una producción que ha implantado modernas técnicas respetuosas con el medioambiente, y que a la vez mantiene métodos tradicionales especialmente en la recogida de la uva, realizada con especial mimo, dan como resultado unos vinos de gran tipicidad, resultado del carácter volcánico y atlántico de Tenerife.


La Isla cuenta con cinco comarcas vitivinícolas diferenciadas: Tacoronte-Acentejo, Ycoden-Daute-Isora, Valle de la Orotava, Valle de Güímar y Abona.



D.O. TACORONTE-ACENTEJO



SITUACIÓN GEOGRÁFICA
La comarca Tacoronte-Acentejo está situada en la vertiente norte de la isla de Tenerife (Islas Canarias, España), tiene una extensión longitudinal de 23 kilómetros y un área cultivada de 2.422 hectáreas de viñedos, representando el 40% de la superficie cultivada en la isla de Tenerife y el 20% de la superficie vitivinícola de Canarias, siendo la zona más densamente cultivada de viñedos en el archipiélago canario.
El consejo regulador de la D.O. Tacoronte-Acentejo se creo en 1992. Son 1.108 viticultores los que trabajan el cultivo de la vid. Se cuenta con 35 bodegas embotelladoras, y nuestro territorio geográfico atraviesa los municipios de Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, El Rosario, Tegueste, Tacoronte, El Sauzal, La Matanza de Acentejo, La Victoria de Acentejo y  Santa Úrsula.


LOS SUELOS Y VIÑEDOS
Los viñedos están situados entre los 100 y los 1.000 metros de altitud sobre el nivel del mar y aprovechan bien el sol y el suelo volcánico sobre el que se desarrollan. Las plantaciones se encuentran en bancales, en pronunciadas pendientes orientadas al norte y de cara al mar. Los suelos son de color rojizo, ricos en materia orgánica, con escasa proporción de cal y abundante nitrógeno, fósforo y potasio. Sol, brisa y tierra volcánica junto al mar en un clima diverso, benigno y estable, son los ingredientes naturales y únicos, que conjugan la sorprendente personalidad de nuestros vinos.


EL CLIMA
El clima de la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo es suave y agradable, de gran regularidad térmica: la oscilación diurna es apenas perceptible y la anual alcanza cuanto más unos 7 grados centígrados. Aunque el cielo esté nuboso y la atmósfera muy cargada de humedad (60% de humedad relativa), las precipitaciones son escasas pues las temperaturas templadas impiden la condensación de la humedad.

LAS VARIEDADES DE VID EN TACORONTE-ACENTEJO

TINTAS PREFERENTES
Listán negro, Negramoll Negro,Negramoll Rosada, Baboso Negro

TINTAS AUTORIZADAS
Tintilla, Moscatel Negro,Malvasía Rosada, Castellana Negra, Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Ruby Cabernet, Syrah, Tempranillo, Bastardo negro, Listán Prieto, Vijariego Negro

BLANCAS PREFERENTES
Gual, Malvasía Aromática, Listan Blanco, Marmajuelo

BLANCAS AUTORIZADAS
Pedro Ximénez, Verdello, Moscatel de Alejandría, Vijariego Blanco, Forastera Blanca, Torrontés, Albillo, Sabro, Bastardo blanco, Breval, Burrablanca.

EXPERIMENTALES
Entre las muchas variedades de uvas que crecen en la isla, hay que destacar las autóctonas, como Listán Negro, Gual o Negramoll, se dan equilibradamente junto a variedades experimentales como Merlot, Pinor Noir o Tempranillo. Tradicionalmente, las vides han sido cultivadas de forma libre, aunque las nuevas plantaciones emplean espalderas. Con independencia del tipo de cultivo, la densidad máxima es de 3.000 vides por hectárea. Normalmente, los rendimientos no alcanzan ni una sexta parte de los máximos establecidos.

LA VINIFICACIÓN
Las bodegas más pioneras de Tacoronte-Acentejo han sido en muchos casos el modelo a seguir por otras del resto de Canarias. Los vinos tintos, rosados y blancos son elaborados en depósitos de acero inoxidable con un control total de la temperatura, obteniéndose excelentes vinos jóvenes. Algunos de ellos están comenzando a ser elaborados por maceración carbónica, aunque en todo caso sólo los vinos tintos son sometidos a una completa fermentación maloláctica.

VINOS



VINOS BLANCOS
Elaborados, principalmente, con la variedad Listán Blanco de Canarias y una pequeña proporción de mezclas de variedades (Gual, Malvasía aromática, Moscatel de Alejandría etc.) con prensado suave, previo despalillado de los racimos.

VINOS ROSADOS
Se elaboran principalmente con la variedad Listán Negro y Negramoll Negro.

VINOS TINTOS TRADICIONALES
Están elaborados principalmente con las variedades canarias Listán Negro y Negramoll Negro. La vendimia se realiza desde finales de Agosto hasta finales de Octubre (dependiendo de las cotas sobre el nivel del mar).


 D.O. YCODE-DAUTE ISORA

La Denominación de Origen Ycoden Daute Isora abarca la comarca del noroeste de Tenerife,  representando un elemento de enlace geográfico entre el norte y el sur de la isla. 



La Denominación de Origen Ycoden Daute Isora toma su nombre de los dos 
menceyatos (reinos de la época Guanche) Ycoden y Daute y de los dominios de la princesa Isora. Abarca la comarca del noroeste de Tenerife, comprendiendo los municipios de San Juan de la Rambla, La Guancha, Icod de los Vinos, Garachico, Los Silos, Buenavista del Norte, El Tanque, Santiago del Teide y Guía de Isora, y representando un elemento de enlace geográfico entre el norte y el sur de la isla.


El cultivo de los vinos de Ycoden Daute Isora data de los siglos XVI y XVII, constituyendo casi el único motor económico de la comarca y de Tenerife durante aquel tiempo. Canarias suponía paso obligado entre Europa y América, exportando desde el puerto de Garachico el renombrado “Canary Wine”.

La tradición vitivinícola de Ycoden Daute Isora es consustancial con la propia historia de las Islas y ha condicionado las costumbres, el paisaje, la historia, el arte y la cultura de la zona. Pero es a partir del año 1991 cuando un grupo de viticultores y bodegueros de la comarca toman el tren de la modernidad y el progreso, a través del control de la calidad y la defensa de su identidad por medio de la Denominación de Origen Ycoden Daute Isora.

El esfuerzo es común y multitudinario. Comienza en los miles de viticultores que luchan cada día por mantener cultivos centenarios con variedades de uvas tradicionales de las Islas. Un esfuerzo al que se une la introducción de modernos sistemas de conducción y técnicas de cultivo que le permiten obtener una materia prima de mayor calidad y los mejores rendimientos en sus cosechas.

MEDIOAMBIENTE

La comarca de Ycoden Daute Isora tiene una superficie de unas 1600 hectáreas dedicadas al cultivo de la viña, de las que 306 están controladas por el Consejo Regulador. Los suelos dedicados al cultivo de la viña en la comarca son de variada composición, predominando los compuestos de cenizas y rocas volcánicas. En general son suelos ácidos de alto contenido en materia orgánica que se cultivan en terrazas para evitar la erosión y conseguir el máximo aprovechamiento del suelo agrícola.
Las parcelas de viñedo se localizan entre los 50 y 1.400 metros sobre el nivel del mar. Son generalmente parcelas pequeñas, escarpadas y que casi no permiten mecanización.
El clima de la comarca está caracterizado principalmente por la presencia de innumerables microclimas. Los vientos alisios, la influencia del océano Atlántico, la elevada altitud media y las corrientes marinas marcan el desarrollo de la vid, haciendo que varíe significativamente desde el nivel del mar hasta las cotas más altas de la comarca. Ello propicia que las épocas de vendimia se prolonguen por un periodo superior a cuatro meses, de julio a octubre.
Las temperaturas medias anuales rondan los 19º C, con máximas en los meses más cálidos de agosto y septiembre de 35 º C y mínimas de 15º C en los meses más fríos de enero y febrero. Las precipitaciones medias rondan los 540 mm/año.

VARIEDADES


Ycoden Daute Isora dedica actualmente el 80% de su superficie al cultivo de Listán Blanco y Negro, estando dedicado el 20% restante a las demás variedades.

VARIEDADES TINTAS AUTORIZADAS:
Tintilla, Listán Negro, Malvasía Rosada, Negramoll, Castellana, Baboso Negro, Bastardo Negro, Moscatel Negro y Vijariego Negra.

VARUEDADES BLANCAS AUTORIZADAS:
Bermejuelo o Marmajuelo, Gual, Malvasía, Moscatel, Pedro Ximénez, Verdello, Vijariego, Albillo, Baboso Blanco, Bastardo Blanco, Forastera Blanca, Listán Blanca, Sabro, Torrontés.

TIPOS DE CONDUCCIÓN
Los sistemas de conducción del viñedo en la comarca son múltiples y todos proceden de las aplicaciones del estudio, la adaptación del terreno, la climatología y la experiencia de los viticultores. El principal factor a tener en cuenta es el hecho de que Canarias es un territorio exento de filoxera, lo que permite al viticultor plantar sobre pie franco.

EMPARRADO DE ICOD: es uno de los sistemas más peculiares por su marcada inclinación y proximidad a los linderos de las parcelas, con el fin de aprovechar los suelos anexos para otros usos agrícolas. La altura del emparrado permite una buena ventilación de la uva y una gran exposición lumínica de la superficie foliar.


ESPALDERA: es el procedimiento de más reciente utilización y el único que amplía constantemente su implantación. Los elementos más relevantes que justifican su proliferación, son sus resultados en calidad y cantidad de la producción, así como el ahorro en coste en mano de obra, ya que sí permite la mecanización.


CORDONES O RASTRAS: un peculiar sistema en el que, a modo de trenza y una altura de 50 cm de suelo, se sostiene la vid sobre horquetas. Es un sistema con costes de producción altos y rendimientos limitados, frente a otros más modernos.


VASO IRREGULAR: concentrado en algunos puntos de la comarca, es uno de los primeros métodos que se introdujeron en la isla, aunque actualmente está en desuso por sus escasos rendimientos.


PARRAL BAJO: es otro de los sistemas que ha comenzado a caer en desuso. Su distribución horizontal a un metro de altura, propicia una exposición foliar amplia y una suficiente ventilación de la fruta, originándose la principal dificultad del mismo en el esfuerzo de mano de obra que requieren todos los procesos.


LOS VINOS


MALVASÍAS CLÁSICOS:
Tienen una graduación alcohólica mínima de 14% y un color ligeramente dorado y brillante. En nariz tienen aromas florales, frutales, cítricos, de orejones, aromas de alta calidad y finura, intensos y persistentes. En boca son muy suaves, equilibrándose bien las sensaciones dulces y ácidas. Tanto su graduación alcohólica como sus azúcares, se deben a la sobremaduración de uvas, siendo unos vinos que por sus características se consideras naturalmente dulces.

BlANCOS  SEMISECOS:
Su graduación alcohólica mínima es de 11% vol. Son vinos de color amarillo pálido, transparentes, y brillantes. En nariz tienen aromas florales de buena calidad y finura, intensos y persistentes. En boca son suaves, y con un buen equilibro entre las sensaciones dulces y ácidas.

BLANCOS SECOS:
Su graduación alcohólica mínima es de 11% vol. Presenta un color amarillo pálido, transparente y brillante. Con aromas típicos de la variedad en los que destacan notas anisadas y florales. En boca tienen buena estructura y son amplios, sabrosos, vivos y muy elegantes.

BLANCOS FERMENTADOS EN BARRICA:
Con una graduación alcohólica mínima de 11% vol., tienen un color amarillo pálido y un aspecto limpio y brillante. Poseen aromas finos de frutas como pomelo y limón, además de notas ahumadas por la madera. En boca son frutales, glicéricos, amplios, con notas de roble bien conjuntadas y una magnífica estructura, con un perfecto equilibrio entre sus características de juventud y los aromas de buena madera.

ROSADOS:
Su grado alcohólico mínimo es de 11’5%. De color rosa violáceo, tienen aspecto limpio y brillante. Los aromas son intensos y muy limpios, con tonos frutales de piña tropical y fresa. En boca son amplios, vivo y fresco, pero con cuerpo y consistencia muy persistentes y sabrosos, con recuerdos a fresas.

TINTOS TRADICIONALES:
Con una graduación alcohólica mínima de 11.5 %, estos vinos se caracterizan por su color rojo cereza con tonos violáceos, tienen una buena capa y son vivos y brillantes. Su aroma es intenso y frutal, rico en matices que recuerdan a frutas rojas. En boca son secos, con buena estructura, equilibrados en sus componentes y ligeramente tánicos, teniendo un final muy agradable y persistente.

TINTOS MACERACIÓN CARBÓNICA:
Con un grado alcohólico mínimo de 11.5% son vinos a los que su particular elaboración da un color rojo cereza con ribetes violáceos muy marcados; bien cubiertos y vivos, con aspecto limpio y brillante. Tienen un aroma muy intenso y frutal, principalmente a frambuesa y grosella, destacando en boca su equilibrio y un elegante toque final tánico. Tienen una larga persistencia con recuerdos frutales.

TINTOS BARRICA:
Su graduación alcohólica mínima es de 11.5 % de su volumen. Se presentan con un atractivo color rojo cereza, cubierto y vivo, con tonos violáceos. Son limpios y brillantes y tienen un aroma potente, frutal y con notas de madera. En boca tienen buena constitución, y son vigorosos, amplios y con cuerpo, teniendo un final expresivo, largo y persistente.

TINTOS CRIANZA:
Vinos de aromas complejos que recuerdan a madera, vainilla, tostados y afrutados. En boca dejan sensaciones amplias.



D.O. VALLE DE LA OROTAVA


HISTORIA
Los primeros viñedos de Tenerife aparecen en La Denominación de Origen Valle de La Orotava que abarca los municipios de El Puerto de La Cruz, La Orotava y Los Realejos. 
La identidad de las viñas se remonta al siglo XVI, cuando aparecen las primeras cepas en la finca el Burgado, perteneciente al municipio de Los Realejos. Durante los siglos XVI y XVII el vino Malvasía, producido en el Valle de La Orotava, se exportaba al norte de Europa, convirtiéndose el Puerto de la Cruz (que formaba parte de La Orotava) en el primer puerto del Archipiélago Canario y el eje esencial del comercio con el extranjero.  La viña se llevaba directamente al barco durante los meses de Septiembre a Noviembre.  De ahí que en este último mes, el ruido de cacharos conmemore actualmente al sonido de las pipas de vino rodando. Aparecieron nuevos términos como el alzador de vinos, que manipulaba las pipas y las subía a bordo de los barcos. De hecho, los pavimentos con cayados típicos de estos municipios, facilitaban el transporte de las pipas de vino. La actividad comercial con el vino era tan intensa que en el S.XIX los comerciantes vivían en casonas con su pequeña bodega, balcones y patios. Las casas comerciales tenían cajas de palta para probar la mercancía, marcadores para pipas y varas inglesas para medir las pipas.  Las grandes extensiones alcanzadas por sus viñedos, llevaron a decir al ilustre realejero Viera y Clavijo, que el valle era un inmenso parral. Se calculan que por el Puerto de La Orotava, se exportaron 30.000 pipas de vino malvasía en un año.


Esta hegemonía comercial motiva el desarrollo urbanístico de los tres municipios del Valle: Los Realejos, La Orotava y Puerto de la Cruz, instalándose en éste último, una numerosa colonia inglesa con un consulado permanente. Esta colonia trata de controlar el comercio de exportación de vinos, para lo que se crea en 1.665 una empresa monopolista, “Compañía de Canarias”. Muchos barcos recalan en este muelle del Puerto de la Cruz con destino a la Península, Inglaterra, Países Bajos, Alemania, África, América. El auge comercial con Inglaterra, dio lugar a que en la vendimia de 1.674, fueron 150 barcos ingleses que anclaron en frente de este muelle, a la espera de tan ansiados caldos. A mediados del siglo XVIII y por la política adoptada por Inglaterra con motivo de su conflicto bélico con España, comienza la crisis del vino malvasía canario, con una espectacular bajada de precios y beneficios. Se apuesta entonces por el “Vidueño”, como variedad alternativa con menores costos y riesgos para la exportación a EEUU, y por su fácil transformación en aguardiente para su exportación a Cuba, Yucatán y Venezuela. 

FUNDACIÓN
La Denominación de Origen Valle de La Orotava y su Consejo Regulador nace por ORDEN del 15 de noviembre de 1995 (B.O.E. 30 de noviembre de 1995).
A principios de los 90s se crea el Consejo Regulador para garantizar la calidad de los vinos de la zona comarcal, que comprende los municipios de Los Realejos, La Orotava y Puerto de La Cruz, en el Norte de Tenerife, repartidos entre 641 viticultores y 14 bodegas.
La Denominación de Origen Valle de La Orotava abarca 361 hectáreas de viñedos cultivados en el valle, al pie del Teide, y extendiéndose hasta el mar.
El clima templado, el suelo volcánico, la Panza de Burro, los vientos Alisios y en especial, las viñas en forma de cordón trenzado (sistema de conducción que es único en el mundo) hicieron necesario dotar a esta parte de la isla, de una Denominación de Origen.


VARIEDADES DE UVA 
Las variedades de uva mayoritarias son: Listan blanco y Listan negro.
En los últimos años, se han estado recuperando gran cantidad de uvas tradicionales como la Tintilla, Moscatel, Albillo, Vijariego, Marmajuelo y Malvasía.
La elaboración de los vinos protegidos por esta Denominación se realizará, exclusivamente, con uvas de las variedades siguientes:

VARIEDADES DE UVAS BLANCAS

PREFERENTES: Albillo criollo, Bermejuela o Marmajuelo, Forastera blanca, Doradilla, Gual, Malvasía Aromática, Malvasía Volcánica, Moscatel de Alejandría, Sabro, Verdello y Vijariego blanco o Diego.
AUTORIZADAS: Bastardo Blanco o Baboso Blanco, Breval, Burrablanca, Listán blanco de Canarias, Pedro Ximénez y Torrontés.

VARIEDADES DE UVAS TINTAS

 PREFERENTES: Castellana Negra, Listán Negro o Almuñeco, Malvasía Rosada, Negramoll y Tintilla.
 AUTORIZADAS: Bastardo negro o Baboso negro, Cabernet Sauvignon, Listán Prieto, Merlot, Moscatel Negro, Pinot Noir, Ruby Cabernet, Syrah, Tempranillo y Vijariego Negro.

HISTORIA DEL CORDÓN TRENZADO DEL VALLE DE LA OROTAVA. HISTORIA DE UN VIÑEDO
Los antiguos iniciadores de la viticultura de la zona vieron que necesitaban buscar un sistema de conducción que les permitiera adaptarse a la orografía del terreno y aprovechar el espacio pedregoso sobre molleros desde donde sacar el máximo partido a las cepas. Este hecho, junto a la demanda de vinos de la variedad malvasía, que requiere dejar un mayor número de yemas en la poda para poder fructificar, hizo que se creara el sistema de conducción en cordón trenzado, también llamado cordón trenzado tradicional o cordón trenzado múltiple. Estos inquietos viticultores fueron sembrando viñas y entrelazando sus sarmientos a modo de trenza a unos 50 centímetros del suelo para hacer que recorriera el terrero y abarcara una mayor superficie.
Aprovechando los recursos existentes, el cordón trenzado se ataba con junquillo o badana para evitar que los sarmientos se abrieran y se mantenían elevados del suelo con horquetas hechas de madera de los bosques de Laurisilva. Para aprovechar los suelos fértiles, éste sistema de conducción les permitía en la época de reposo de la viña, retirar los cordones y obtener otras cosechas como papas, grano o verduras que podían conservar para el resto del año.














El CORDÓN TRENZADO EN LA ACTUALIDAD
Con el paso de los años, se han ido implementando cambios en la manera de cultivar y también en la forma de utilizar el sistema de cordón trenzado en el Valle de La Orotava. Empezando por los materiales, hoy en día son muy pocas las fincas que siguen empleando horquetas de madera y se ha pasado a emplear el hierro, ya que es un material más resistente y no hospedador de hongos y/o insectos. Además, resulta más sencilla su obtención, y hay que destacar que hoy en día, está prohibido coger madera de la laurisilva. Por otro lado, en la actualidad, se ha dejado de utilizar la práctica de retirar el cordón para obtener otras cosechas y se hace únicamente en ocasiones puntuales para realizar abonadas de fondo, ya que se trata de una actividad costosa y laboriosa y, por ello mismo, en la mayoría de los casos, se desaconseja.



CARACTERÍSTICAS DEL CORDÓN TRENZADO
Los cordones trenzados pueden ser simples o dobles. Antaño, plantaban una cepa y, cuando ésta comenzaba a brotar, la dirigían en sentidos contrarios, utilizando una sola cepa para obtener cordones dobles. Los cordones dobles pueden ser opuestos o en V, dirigiéndolos en un mismo sentido.
Aprovechando que las islas quedaron libres del ataque de la filoxera, se utilizó y se sigue empleando el cultivo a pie franco. El cordón trenzado se forma introduciendo la vara de siembra directamente en el terreno y las varas se van trenzando según se van desarrollando los sarmientos con el desarrollo de la cepa, a unos 60 - 80 centímetros del suelo, manteniéndolo levantado con horquetas de hierro. Los cordones se van trenzando y van cubriendo el terreno. Su longitud desde la tronquera es variable. Podemos encontrarnos cordones de metro y medio; hasta cordones de 15 metros sobre el terreno. En la mayoría de estos casos, son cepas que fueron plantadas por los abuelos de los actuales explotadores y tienen más de 100 años. Esto no quiere decir que todos los brazos de la viña tengan ésta edad, porque la viña se va rejuveneciendo con las podas, pero sí el brazo principal, y por eso nos encontramos con esos troncos tan desarrollados.

El marco de plantación es variable. Como el sistema de conducción en cordón trenzado no es mecanizable, no se necesita dejar espacio para el giro de un tractor y se suele dejar una separación entre los 80 centímetros al metro y medio. Normalmente, los cordones se orientan en dirección Norte-Sur, con el objetivo de recibir una mayor insolación y, con ello, realizar mejor la fotosíntesis.

SINGULARIDAD
El cordón trenzado solo lo podemos encontrar en la comarca del Valle de La Orotava, donde nos encontramos características clave:
Temperaturas suaves, sin grandes cambios térmicos. Naturaleza volcánica de los suelos. Humedad permanente por la presencia de los vientos alisios.
Estas características, unidas al sistema tradicional de conducción de la vid y la idiosincrasia de sus gentes, han dado lugar a que los vinos producidos en esta zona presentan unas características diferenciadoras y únicas, que permiten que se acojan a la Denominación de Origen Valle de La Orotava.
El cordón trenzado, como hemos visto, está lleno de historia y nos ofrece la posibilidad de crear vinos de gran calidad.
Antiguamente en Canarias predominaba el bicultivo (generalmente la papa y la viña) por 2 razones: poco espacio para cultivar y subsistencia familiar. Esto lo permitía el cordón trenzado, ya que sus sarmientos son movibles y podían aprovechar el terreno. Además, se sobreexplotaba la viña para obtener mayor cantidad de uva. Desde hace años esto ya no sucede.
En la actualidad, tanto las bodegas como viticultores y Consejo Regulador se encargan de garantizar la calidad de sus vinos. De ahí que se cultive para obtener unos rendimientos donde tengamos una uva equilibrada con gran potencial.


En la zona de Los Realejos hay mayor proporción de elaboración de vino blanco y en la de La Orotava de vino tinto.
VINOS
BLANCOS: Blancos Afrutados, Blancos Secos, Blancos Barrica, Blancos Dulces, espumoso.
ROSADOS: Afrutados, Secos, Espumoso.
TINTOS: Tinto Joven, Tinto Barrica, Tinto Crianza, Tinto Vendimia Seleccionada, Tinto Maceración, Tinto Dulce.



D.O. VALLE DE GÜÍMAR



La Denominación de Origen Valle de Güímar, toma su nombre de una depresión de origen volcánico que forma el Denominado Valle de Güímar y abarca el área geográfica del Sudeste de la isla de Tenerife y los Municipios de Candelaria, Arafo y Güímar.



La zona, ubicada en la vertiente meridional de la isla de Tenerife, forma un rectángulo de unos 18 Km., de longitud por 8 Km., de ancho, que desciende desde los 2.000 m., de altitud hasta el mar con una rampa de pendiente pronunciada en su tramo más elevado, para suavizarse a partir de los 500 m., de altitud y terminar en una costa baja, rocosa, con algunas playas en donde aparecen algunos conos volcánicos recientes. El cultivo de la vid se practica principalmente en las zonas de medianía, de 600 a 800 m. Existen dos zonas con viñedos de altura posiblemente entre los más altos de España (Las Dehesas y Los Pelados) entre los 1.200 y 1.500 metros sobre el nivel del mar.



A finales del siglo XV los conquistadores traen las primeras cepas a las Islas Canarias, momento en el que empieza un brillante pasado del sector vitivinícola de canarias. En Tenerife las plantaciones se extendieron muy pronto  ocupando principalmente zonas de medianías. La importancia del cultivo de la vid lo demuestra la cita de los protocolos de Sancho Urtarte:
En el año 1802 Alejandro Cioranescu cita que una fanegada de viña da una pipa de vino en Candelaria y dos en Arafo, Güímar y La Orotava.

Es en el año 1992 cuando un grupo de cosecheros y bodegueros se asocian con la inquietud de implantar en la comarca sistemas modernos de transformación y establecer procesos de control y calidad naciendo con la puesta en marca en 1996 del Consejo Regulador Valle de Güímar.
La Comarca Valle de Güímar dedica aproximadamente el 65% del viñedo a la producción de variedades de uva blanca mientras que el 35% restante a las variedades tintas.

VARIEDADES AUTORIZADAS

Variedades de uvas blancas:
Albillo, Bermejuela o Marmajuelo, Forastera Blanca o Doradilla, Gual, Malvasía, Moscatel de Alejandría, Sabro, Verdello, Vijariego o Diego, Burrablanca, Listán Blanco, Pedro Ximénez y Torrontés.

Variedades de uvas tintas:
Castellana Negra, Listán Negro o Almuñeco, Malvasía Rosada, Negramoll o Mulata, Tintilla, Bastardo Negro o Baboso Negro, Cabernet Sauvignon, Listán Prieto, Merlot, Moscatel Negro, Pinot Noir, Ruby Cabernet, Syrah, Tempranillo, Vijariego Negro

CULTIVO TRADICIONAL
En las zonas de medianías y bajas el viñedo se dispone en los bordes de las huertas, y en la mayoría de los casos se asocia con el cultivo de papas y otras hortalizas. Las plantas se conducen sobre parrales de renovación anual a base de horquetas y varas cuya instalación en los meses de junio y julio constituye una de las tareas más laboriosas de este cultivo. En las zonas altas estos parrales ocupan toda la superficie del terreno.

 


CULTIVO EN ESPALDERA

Con este sistema se busca disminuir los costes de cultivo y facilitar la mecanización. Muchas plantaciones de la Comarca se han transformado de viña tradicional a espaldera, aprovechando las subvenciones de reestructuración y reconversión del viñedo incluidas en la OCM del Vino. El sistema más común es el de “cordón doble”.
De las 950 hectáreas de viñedo en la comarca, están bajo el control del Consejo Regulador 635 hectáreas comprendidas entre los 100 y 1400 metros de altitud.



SUELO

Los suelos donde se haya el viñedo establecido en  esta comarca se dividen en dos grupos: los de las zonas bajas-medianías y los de las medianías-cumbres. En las primeras, predominan los terrenos limo-arcillosos que permiten retener el agua de la escasa lluvia.
En todo el perfil altitudinal de las zonas de cultivo, el suelo cultivable se distribuye a modo de pequeños bancales siendo los suelos en las partes altas predominantemente arcillosos.
CLIMA

Es suave y seco, con temperaturas moderadas (temperatura media: 20º C) y la influencia de vientos alisios de moderados a fuertes. Las precipitaciones son escasas sobre todo en zonas bajas, (precipitaciones: 300-800 mm/año), insolación media 2.900 horas de sol despejado al año.






D.O. ABONA

SUS VIÑAS Y SUS VINOS HISTORIA

El cultivo de la viña y la elaboración de vino en la comarca de Abona se remonta a muy antiguo, habiendo vestigios de esta actividad en zonas y bodegas que mantuvieron la actividad hasta épocas recientes ganando medallas y reconocimientos en exposiciones internacionales, decayendo su cultivo casi a la par que en todas las comarcas de las islas, manteniéndose el cultivo bien en algunas zonas y como cultivo marginal en otras. Tenemos que remontarnos a la década de los 50 cuando la Cooperativa de Fasnia pone en marcha una bodega y llega a embotellar su producción de vino, cerrando a los pocos años por problemas de índole técnico, llegando al año 1.988 cuando la Cooperativa de San Miguel crea su sección de bodega, siendo la primera bodega con una cierta tecnología de elaboración, pero a los dos años, en 1.990 se crea la Cooperativa Cumbres de Abona, verdadero revulsivo y motor del desarrollo vitivinícola que ha experimentado la comarca, ya que su carácter comarcal la convirtió en la bodega más importante de la comarca y una de las más importantes de la isla en numero de socios y en producción. En el año 1.995 se creó el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Abona, que ha contribuido al desarrollo del sector ya iniciado, creándose en este periodo y bajo los auspicios de este organismo 15 bodegas más y con varios proyectos en fase de creación.
Tres bodegas son Sociedades Cooperativas y el resto son medianas bodegas particulares gestionadas por sus propietarios, con una producción variable de 10.000 a 70.000 litros.



EL ÁMBITO
El ámbito de actuación de este Consejo Regulador abarca los viñedos situados en los Términos Municipales de Adeje, Arona, Vilaflor, San Miguel de Abona, Granadilla de Abona, Arico y Fasnia.
En estos municipios, situados al sur de la isla de Tenerife, los viñedos se localizan a una cota de altitud que va desde los 300 msnm., hasta los 1.700 msnm., magníficos viñedos con bajo rendimiento por unidad de superficie pero de excelentes parámetros de calidad.
En esta cota, son los viñedos que se cultivan a mayor altitud de Europa.

LOS VITICULTORES Y LA SUPERFICIE CULTIVADA
Forman parte de la Denominación de Origen 1250 viticultores que explotan una superficie de cultivo de 950 hectáreas.

EL CLIMA Y LA OROGRAFÍA

La comarca Sur de la isla de Tenerife esta influenciada por un clima mediterráneo seco en la zona costera, y refrescado por los vientos alisios en las medianías.
Como consecuencia de esta aridez las aguas superficiales han excavado profundos barrancos de gran belleza, formando entre estos unos característicos «lomos», cuyas laderas y vaguadas tiene unos microclimas especiales que dan lugar a uno de los ecotipos más curiosos del mundo. Las mejores zonas de cultivo se localizan a unas cotas de altitud elevada, marcada por una difícil orografía, lo que imposibilita una adecuada mecanización e incluso en algunas zonas hasta su cómodo acceso.
El régimen de lluvias es escaso, desde los 350 mm por año en las zonas costeras hasta los 550 en las medianías altas. Por esta razón el agricultor tradicionalmente conoce la importancia del agua y ha desarrollado sistemas para un mejor aprovechamiento de ésta, como es la colocación de arena volcánica, conocida en nuestra tierra como «jable», a manera de acolchado, que además de evitar la nascencia de malas hierbas, retiene el agua, a manera de esponja, de los rocíos nocturnos.
La insolación es muy grande, disfrutamos de la mayor cantidad de horas de sol de la isla, por nuestra posición geográfica, de este a oeste, lo que conlleva un adelanto considerable de la fecha de vendimia en las zonas más bajas y unos mostos con un excelente contenido en azúcares
Con respecto a las temperaturas, no sufrimos altas temperaturas como se podría deducir por la insolación y la posición geográfica, puesto que de manera constante los vientos Alísios soplan en la comarca a modo de agradable brisa, refrescando las temperaturas. En las medianías bajas los contrastes de temperatura no son muy acusados con respecto a verano e invierno, o entre el día y la noche, se disfruta de un clima casi primaveral, no ocurriendo así en las zonas altas, donde los inviernos son fríos, nevando incluso en algunos años, y los veranos son más calurosos. Además, por las noches, la temperatura desciende notablemente con respecto al día: por esta razón aseveramos la excelencia de estas zonas altas en la producción de uvas de calidad.


LOS SUELOS
Arenosos calcáreos y arcillosos en zona alta.En la D.O. Abona los viñedos se extienden a lo largo de las laderas del Teide, la montaña más alta de España (3715 metros de altura) y volcán extinguido. La altitud, la geografía y el clima donde crecen los viñedos varían considerablemente entre las altitudes más bajas y las más elevadas. La altitud oscila entre los 210 y los 1.780 metros, con un promedio de 600 metros. A ese nivel, los suelos suelen ser de gran calidad pero su rendimiento es menor. Los suelos donde vegeta la viña se dividen en dos grupos principales: en las medianías dominan terrenos arenosos cubiertos de «jable» una especie de ceniza volcánica rica en puzolanas, que confieren a esta zona un característico color blanco cubierto del verde de los viñedos. Los niveles de materia orgánica son normalmente bajos por lo que los aportes son más frecuentes en una zona donde solamente la ganadería caprina tiene gran importancia.
En las zonas altas el tipo de tierra que domina es el arcilloso más ó menos franco, con buenos contenidos en materia orgánica y un buen drenaje debido a la condición volcánica de la zona. Estas tierras de una mayor fertilidad natural no dan grandes rendimientos puesto que la altitud condiciona la vegetación y la producción, recordemos que estamos situados a una cota superior a 1.000 m.
Las arenas volcánicas (jables) confieren a los vinos una personalidad propia

EL CLIMA
El clima en la Denominación de Origen Abona es muy seco y soleado, aunque por su orientación puede recibir algún efecto del régimen alisio, sobre todo en las zonas elevadas. Se trata de un clima mediterráneo suave, con extraordinarias condiciones de sanidad, que permite un cultivo de la viña en el que los tratamientos fitosanitarios prácticamente no son necesarios.


LAS VARIEDADES
Las variedades blancas constituyen el 60 % de los cultivares asentados en la comarca, y el 40% corresponde a variedades tintas, localizadas en tierras más altas, con más contenido en arcillas.

BLANCAS
La variedad Listán Blanco es la variedad más cultivada en la comarca y en la isla. Se trata de un cultivar muy productivo, adaptado a condiciones de sequedad y poco exigente en nutrientes, además no es extremadamente sensible a plagas y enfermedades. En condiciones de riqueza de suelo y abono tiene unos excelentes rendimientos por planta a costa de calidad, como es lógico. Sin embargo en las zonas altas, en otras condiciones, como hemos visto, se trata de una variedad insustituible hasta la fecha, puesto que es difícil, con los varietales que disponemos, lograr la adaptación a esta altitud de cultivo de otros varietales blancos. No obstante, y desde hace ya 10 años, venimos reintroduciendo en la comarca los varietales tradicionales de Canarias que desde del siglo XVI se cultivaban dando excelentes vinos y que después de la debacle de su comercio fueron paulatinamente desapareciendo, manteniéndose aún en la isla de La Palma, El Hierro y en la Comarca de Anaga en Tenerife. Estos varietales denominados:
GUAL, VERDELLO, MALVASIA, SABRO, BERMEJUELO, se están reproduciendo muy bien en la comarca.
Entre estas variedades nobles ó «vidueños» destaca sobremanera la variedad Malvasia, verdadero redescubrimiento en la comarca, puesto que se ha adaptado perfectamente a las condiciones de suelo y clima, ofreciendo unas magnificas oportunidades de elaboración de vinos, tanto dulces naturales como semisecos, semidulces ó fermentados en barrica de roble. Los vinos elaborados con esta variedad evocan tiempos pasados donde el prestigio que tuvieron puede que en breve tiempo sea recuperado.

TINTAS
Las plantaciones de uvas negras han pasado en poco más de 5 años a representar el 40 % de las plantaciones frente al escaso 10 % que había de las variedades Listán Negro y Negramoll. Localizadas en los mejores pagos se han plantado cepas de variedades mejorantes que se han adaptado perfectamente a las condiciones climáticas de nuestra comarca dando unos resultados magníficos en cuanto a calidad y producción.
Tintas preferentes:
Listán negro, Moscatel negro, Negramoll

Tintas autorizadas:
Bastardo negro, Malvasía rosada, Tintilla, Vijariego negro, Tintilla, Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Ruby Cabernet, Syrah, Tempranillo, Castellana Negra
Tintas experimentales:

Blancas preferentes:
Bermejuela, Gual, Malvasía, Moscatel, Verdello
Blancas autorizadas:
Bastardo blanco, Forastera blanca, Listán blanco, Pedro Ximenez, Sabro, Torrontés, Vijariego
Blancas experimentales

LA VINIFICACIÓN
En las nuevas bodegas se realiza en depósitos de acero inoxidable, donde el mosto reposa entre diez y catorce días para su fermentación con control de la temperatura. La fermentación maloláctica o maloalcohólica es muy común. Algunas bodegas están produciendo vinos ecológicos filtrados con gelatina y bentonita, que son puestos posteriormente al sol para concentrar los azúcares. En la actualidad, la mayoría de los vinos (alrededor del 70% de la producción) son blancos jóvenes embotellados en el mes de noviembre. Los siguientes en importancia son los rosados (20%) y finalmente los tintos (10%), embotellados en primavera. Por el momento no se envejecen, pero la tecnología existe y las uvas tienen ese potencial.

LOS VINOS
Blancos, rosados y tintos, por este orden, componen la oferta de vinos de esta D.O., definirlos se hace difícil, puesto que es difícil definir un producto original: personales, armónicos, bien conjuntados, con infinidad de matices aromáticos y predominando en todos ellos un acento mineral, definiéndose como «volcánicos».
Nuestros blancos son aromáticos, con matices de flor de almendro, acacia y lichi, además de matices tropicales a plátano, mango, maracuyá y guayaba, de graduación alcohólica media-alta y buena conjunción de sabores y curiosamente y a pesar de lo cálido del clima, una equilibrada acidez natural, que los hace ser equilibrados en boca.
Los rosados recuerdan muchísimo a los blancos, de hecho son elaborados por «sangrado» de uvas negras y elaborados siguiendo los procedimientos de elaboración de vinos blancos. Tienen matices a frutas rojas, grosellas, cerezas,... y en boca son redondos y equilibrados.
Los vinos tintos que se elaboran en la D.O. son de capa fuerte, intensos, con matices a fruta pasada: ciruelas pasas, higos,... con buen cuerpo y de graduación alcohólica media-alta.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Abona registra y controla 16 bodegas elaboradoras y embotelladoras, que en vendimias normales procesan y elaboran alrededor de 2 millones de kilos de uvas.


  Por mi fe que habéis bebido demasiado vino canario, un vino maravilloso y penetrante que perfuma la sangre antes de que se pueda decir: ¿qué es esto?

(Enrique IV (Segunda parte, acto II, escena IV), conversación entre Mistress Quickly y Doll Tearsheet


Nota: La información e imágenes obtenidas de la web en algunas entradas de este blog, son exclusivamente para la divulgación y fomento del vino sin fines lucrativos.